La hora de la verdad

"El capitalismo ha sobrevivido al comunismo. Ahora se devora a sí mismo"

Charles Bukowski, El capitán salió a comer y los marineros tomaron el barco

Para engañar a un pueblo, los poderes siempre dispondrán de dos deleznables opciones:

• 1. Ser más avispados que el pueblo y mejorar sus estrategias para engañarlo

• 2. Adormecer las inquietudes del pueblo y socavar sus medios de subsistencia, con lo que el engaño apenas requerirá esfuerzo

No hay más que indagar un poco en las noticias para constatar que han escogido la segunda opción. Pero la culpa, por mucho que queramos negarlo, sigue siendo nuestra:
Nuestra constante desunión, el dejarnos guiar por medios financiados, de uno u otro modo, por el poder, consentir que se haya institucionalizado el robo a gran escala, la distracción constante de nuestra inteligencia hacia engendros como el fútbol, la prensa rosa, los coches de alta gama y la constante búsqueda del sexo de los ángeles.
Hasta el periodismo de investigación ha quedado relegado a un discreto segundo plano, en favor de voces descaradamente vendidas y puestas a disposición de un contubernio de millonarios, que ya ni siquiera ocultan sus faraónicos patrimonios en una sociedad humana que comienza a sufrir el efecto de tanto desafuero.